LA CAMA DE CEDRO
Subo a
la alcoba
para
tenderme
sobre
esta cama tallada
de
cedro francés.
Escribo
en este papel
del
blog donde Lía
derramó
los cantos de Guruji,
cuando
escribía sobre la mesa
de
tablero aglomerado,
frente
a la ventana despintada
donde
las arañas tejían sus hogares
en el
ángulo de la puerta
de la
habitación templo
donde
te conocí Amado.
El río
cantor componía
renovadas
melodías
llenas
de esperanza
que se
fundieron en este
eterno
y constante presente
que me
vive hoy.
Los
anhelos mutaron en realidades
y la
muerte en existencia,
que,
fracasada en su intento por engullirme,
me
contempla ahora hermanada,
inviolable,
sin ataduras ni miedos,… libre.
Todo
aconteció,
el
futuro y el pasado se abrazaron
como el
mar y la arena
en la
mente del navegante,
dando
sentido a la existencia.
Ahora,
aquí me encuentro,
tendido
sobre esta cama
de
cedro francés,
donde
aguardo el sueño,
en esta
noche lluviosa
de
noviembre ya,
gozando
la existencia.
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